La uveítis corresponde a una inflamación intraocular.
Existe otro tipo de inflamación que afecta las paredes del ojo como son la escleritis, epiescleritis y queratitis.
Las personas con uveitis podrían presentar enrojecimiento del ojo, dolor y visión borrosa.
Esta enfermedad puede ocurrir en uno o ambos ojos, y puede afectar a personas de todas las edades, incluso a niños.
Es muy frecuente no tener causa detectable que gatille la enfermedad. Sin embargo, podemos identificar entre sus causas: infección,enfermedad autoinmunitaria o inflamatoria.
La uveítis podría ser devastadora y llevar a la pérdida permanente de la visión. El diagnóstico y el tratamiento tempranos son importantes para prevenir complicaciones y preservar la visión.
El paciente podría quejarse de ojos rojos, dolor ocular, sensibilidad a la luz, visión borrosa, moscas flotantes, entre otros. A veces, no hay síntomas, y se observan signos de uveítis en un examen ocular de rutina, siendo esto más frecuente en niños.
La uveitis tiene distintas clasificaciones, la que debe realizar el oftalmólogo al examinar al paciente. Esto sirve para orientar el tratamiento, y en caso de ser necesario, los estudios.
Los tratamientos pueden incluir: gotas para los ojos de corticoides (para controlar la inflamación), de hipotensores (para bajar la presión), de midriaticos (para evitar adherencias del iris al cristalino, que llamamos sinequias posteriores). También puede requerir medicamos sistemicos (orales , subcutáneos o bien endovenosos) para desinflamar como corticoides (lo más usado es prednisona), inmunosupresores clásicos (metotrexato, azatioprina, micofenolato, ciclosporina, Ciclofosfamida,etc) incluso agentes biológicos (adalimumab, infliximab, tocilizumab, rituximab, etc). Es habitual que estos tratamientos requieran apoyo de un médico reumatólogo y monitoreo con exámenes periódicos.
Si tienes uveitis, piensas que tienes uveitis o has tenido uveitis, consulta con tu médico oftalmólogo.