La retina es la capa mas interna del globo ocular. Es el tapiz interno de la pared del mismo . Su función es transformar la luz que recibe en un impulso nervioso que viaja hasta el cerebro a través del nervio óptico, y se convierte en las imágenes que percibimos.
Existen distintas clasificaciones anatómicas de la retina. Acá la dividiremos en 2: polo posterior o mácula, y retina periférica.
La mácula corresponde al área con mayor densidad de células receptoras de la luz (fotorreceptores). Este sector es fundamental para la visión, otorgándonos la capacidad de distinguir detalles como caras, números, letras, etc. Cuando se enferma hablamos de maculopatía.
La retina periférica también tiene fotorreceptores, pero su función es otorgarnos la capacidad de reconocer contornos, por ende, nos aportar en el campo visual.
Cuando existe una enfermedad en la retina podemos decir que el paciente padece de una retinopatía, tenga o no una enfermedad en la mácula (a la que podemos referirnos como maculopatía).
Las afecciones de la retina son variadas, las que pueden ser vasculares (retinopatía diabética, retinopatía hipertensiva, oclusiones vasculares, etc), degenerativas (degeneración macular relacionada a la edad), traumaticas, infecciosas, tumoral, genéticas. Incluso la retina puede desprenderse, lo que llamamos desprendimiento de retina.
Los síntomas pueden ser muy variados, y en algunos casos ausentes.
El estudio y tratamiento depende del diagnóstico.
Si padeces una enfermedad retinal, debes estar en control con tu médico oftalmólogo de manera periódica.